Bonos estatales estadounidenses: una tendencia a la baja está a la vuelta de la esquina.

Por mucho que se hable de la insolvencia de la economía de los Estados Unidos de América y de su proximidad al colapso, los bonos del gobierno estadounidense siguen siendo uno de los instrumentos de inversión más atractivos.

Además, estos valores son utilizados principalmente por los bancos centrales para crear reservas que estabilicen las unidades monetarias nacionales.

Recientemente, el rendimiento de los bonos gubernamentales ha aumentado significativamente y alcanzó el 1,734%, de hecho, este es el máximo para 2016.

Parecería que un aumento en el rendimiento conduce claramente a un aumento en el precio, pero a pesar de esto, Rusia y China comenzaron a reducir gradualmente la proporción de este tipo de valores en sus reservas.

La cartera rusa perdió peso de 89,1 a 76,5, es decir, 12,6 mil millones de dólares, mientras que China vendió bonos por valor de 28,1 mil millones de dólares. Está claro que estas cantidades son bastante insignificantes, pero aún así pueden servir como la primera campana para el inicio de una venta masiva y la formación de una tendencia a la baja.

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La mayoría de los analistas predicen inestabilidad en la economía estadounidense después de la elección de Trump y, con ello, un aumento de la inflación. Las pérdidas cubrirán la rentabilidad de las inversiones en bonos gubernamentales, y esto anula el atractivo de invertir en obligaciones de deuda estadounidenses.

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