¿Qué es una recesión y cuáles son sus consecuencias para los mercados bursátil y cambiario?
Últimamente hemos oído y leído cada vez más sobre la inminente recesión en la economía estadounidense y en otros países.
Pero, ¿cuál es esta condición del mercado y qué consecuencias puede tener para el valor de los títulos o de la moneda nacional?
Una recesión es un período de desaceleración económica caracterizado por dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo del producto interno bruto (PIB) real.
Las recesiones suelen ir acompañadas de un aumento del desempleo, una caída de los precios de los activos y una contracción de la actividad económica.
- Crisis financiera
- Crisis energéticas
- Consumo reducido
- Agitación política
- Desastres naturales
¿Qué significa una recesión para los mercados de valores y de divisas?
Las consecuencias de una recesión para los mercados de valores y de divisas pueden ser significativas. En el mercado de valores, los precios de las acciones suelen bajar, lo que resulta en una pérdida de valor del capital para los inversores.
Debido a las pérdidas, las empresas dejan de pagar dividendos, lo que enfría aún más el interés en el mercado de valores.
Como resultado, los inversores venden sus acciones y prefieren invertir en activos más estables. Paralelamente a la caída del valor de los títulos, también se produce una caída de los precios de los principales índices bursátiles .
Es probable que una economía debilitada provoque una caída en el precio de la moneda del país en el que se produjo la recesión.
En tales situaciones, los inversores tradicionalmente compran francos suizos y oro y, más recientemente, criptomonedas .
Recesión estadounidense de 2008
Un excelente ejemplo de recesión es la crisis económica que se produjo en 2008 en Estados Unidos.
Esta fue una de las crisis más graves en la historia de Estados Unidos. Esto fue causado por una serie de factores, incluida la crisis hipotecaria, el colapso de la industria de préstamos de alto riesgo y la crisis del mercado de valores.
La recesión de 2008 provocó la pérdida de millones de empleos, menores ingresos y un aumento de la pobreza. Tuvo un fuerte impacto negativo en los mercados de valores y de divisas.
El mercado de valores ha caído un 50% desde su máximo en 2007. El mercado de divisas también fue volátil y el dólar estadounidense se depreció frente a otras monedas. Por ejemplo, el dólar cayó frente al franco suizo alrededor de un 25%.
Pero si ya ha llegado una recesión, es importante mantener la calma y no tomar decisiones apresuradas después de que el precio haya tocado fondo.
Los inversores deberían diversificar su cartera con antelación e invertir en activos que tengan una baja correlación con el mercado de valores. No olvide establecer un límite de pérdidas para las transacciones, ya que esto es lo único que puede salvarlo en caso de fluctuaciones bruscas de precios.
La duración de una recesión puede variar. Algunas recesiones terminan en unos pocos meses, otras pueden durar varios años. La duración depende de la profundidad de los cambios negativos en la economía y las finanzas del país.
Los gobiernos y los bancos centrales pueden tomar medidas para mitigar los efectos de una recesión. Estas medidas pueden incluir:
- Tasas de interés más bajas
- Expansión de la emisión de dinero
- Proporcionar garantías estatales.
- Inversiones en infraestructura
Estas medidas pueden ayudar a acortar la duración de la crisis y hacerla más leve, pero no pueden eliminar por completo las consecuencias de la recesión.
Por eso, ahora conviene reconsiderar su cartera de inversiones y, en primer lugar, abandonar las inversiones en dólares estadounidenses y acciones de empresas estadounidenses.