El oro a 5.000 dólares la onza troy ya en 2026
Al 13 de diciembre de 2026, la onza troy de oro se cotizaba entre $4,320 y $4,350, un aumento de más del 60% desde principios de año. Este es el mayor incremento anual desde 2009.

Las razones del alza no son especulativas, sino estructurales. La alta inflación, la caída de los tipos de interés reales, la demanda récord de los bancos centrales y la pérdida de confianza en los instrumentos de deuda estadounidense son las principales.
El mercado está incorporando en sus precios expectativas de que estas condiciones continuarán hasta 2026.
Hace apenas un par de años, la idea de un oro a cinco mil dólares la onza se percibía como algo fantástico.
Hoy en día, bancos como JPMorgan, BofA, UBS y varios centros de investigación independientes están discutiendo seriamente ese precio.
Y no como un pico hipotético, sino como un hito totalmente alcanzable en los próximos meses.
Los recortes de tasas impulsan los precios del oro
Los tipos de interés en EE. UU. están bajando. La Reserva Federal ha recortado su tipo dos veces en 2025, hasta el 3,75 %. Mientras tanto, la inflación se ha mantenido por encima del 3,5 % en los últimos meses y en torno al 4 % para diversos indicadores (PCE, servicios). Los rendimientos reales de los bonos son cercanos a cero.

Al mismo tiempo, el mercado de bonos del Tesoro de Estados Unidos está sobresaturado: la demanda de los inversores internacionales está disminuyendo y las propias autoridades estadounidenses ya están discutiendo abiertamente “la necesidad de mantener los tipos bajos en aras de la estabilidad presupuestaria”.
¿Qué significa esto en la práctica? Los rendimientos del dólar están bajando y el oro está ganando terreno. Sobre todo considerando que la Reserva Federal tiene poco margen para ajustar su política monetaria bajo presión fiscal.
Esto es lo que hace que el metal precioso sea atractivo no sólo para los especuladores de corto plazo, sino también para los grandes fondos y los bancos centrales.
Los bancos centrales están intercambiando dólares por oro.
La demanda mundial de oro por parte de los bancos centrales sigue siendo un factor clave. Desde 2022, han comprado más de 1000 toneladas anuales. En 2025, las compras oficiales totalizaron 1027 toneladas, con estimaciones preliminares para 2026 de entre 1050 y 1080 toneladas.
China, Turquía, India, Catar, Kazajistán y los Emiratos Árabes Unidos lideran el camino. Las compras de oro están reemplazando las inversiones en bonos del Tesoro estadounidense. Esto no es una táctica, sino una estrategia: los bancos centrales están desplazando su dependencia del dólar hacia las reservas físicas.
Entre 2022 y 2026, los bancos centrales añadieron más de 5.000 toneladas de oro a sus reservas. Esta es la mayor acumulación quinquenal de la historia moderna.
Cuando todos tienen miedo, el metal gana
La situación geopolítica sigue siendo inestable. El conflicto en Oriente Medio continúa, Taiwán sigue siendo un tema candente y Estados Unidos se ve afectado por tensiones electorales, un cierre gubernamental y un Congreso dividido.

Los mercados están reaccionando: una salida de capitales de las acciones estadounidenses, una disminución del interés en la deuda corporativa y una demanda de activos refugio. El oro está subiendo en respuesta a los temores, no por un país específico, sino por la propia estabilidad del sistema global.
Los ETF de oro aumentaron en más de 64 mil millones de dólares en 2026, lo que marca la entrada más fuerte desde 2020. La razón es simple: el oro se percibe como el último refugio seguro en un clima de desconfianza global.
Lo que dicen los principales analistas
Lo más curioso es el drástico cambio de opinión, no solo de los bancos, sino también de los analistas independientes. Analistas que antes eran cautelosos ahora consideran con seguridad que los 5.000 dólares son una continuación lógica de la tendencia actual. A continuación, un resumen:
| Fuente / Experto | Pronóstico para 2026 | Comentario |
|---|---|---|
| JPMorgan | $5055 | Estanflación, creciente proporción de oro en las reservas, dólar débil. |
| Goldman Sachs | $4,000 (base), $4,500–5,000 | Salida de los bonos del Tesoro, caída de la confianza en la Fed, inflación. |
| Banco de America | $5000 | Déficit fiscal, carga de la deuda, política blanda. |
| Société Générale | $5000 | Geopolítica, crecimiento de ETF, prima de riesgo alta. |
| UBS | $4500 (base), $4900 | Interés del Banco Central, crecimiento de la demanda institucional. |
| Morgan Stanley | $4500 | Flujos estables hacia el oro físico y los fondos. |
| Banco Deutsche | $4,450 (promedio), $3,950–$4,950 | Oferta limitada, demanda estructural. |
| HSBC | ~$4600, hasta $5000 | Devaluación de las monedas de reserva, inestabilidad. |
| Gestión de activos de Matterhorn | $6000+ | Crisis de deuda, huida hacia el oro. |
| Enfoque en metales | $4600–4900 | Demanda creciente, interés institucional. |
| Incrementum AG | $4800 | Fragmentación del sistema monetario. |
| Refinitiv / Reuters | $4500–4700 | Política blanda, geopolítica, ETF. |
| Expertos independientes | $4800–5200 | Amplio consenso: 5.000 dólares es un objetivo realista. |
La principal diferencia con el repunte actual es que no se basa en la euforia. El oro no se está convirtiendo en un activo de moda; simplemente lo compran quienes ya no confían en nada más.
El mercado crece debido a la desconfianza sistémica: en el dólar, en los bonos, en la política monetaria. Y mientras persista esta desconfianza, el oro seguirá siendo el único ancla. Los 5.000 dólares no son una fantasía ni una burbuja, sino un reflejo del desequilibrio financiero global.
Si la tendencia continúa, el nivel de 5.000 dólares podría alcanzarse ya en 2026. Y esto no será un máximo, sino un nuevo punto de referencia.

