Monedas líquidas.
Este concepto es especialmente importante cuando se opera en Forex, ya que el éxito del comercio depende en gran medida de la liquidez de la moneda.
Las monedas líquidas son aquellas unidades monetarias que tienen una demanda constante y pueden cambiarse fácilmente en cualquier momento por otras monedas.
La demanda es el principal indicador de liquidez; cuanto más rápido puedas vender la unidad monetaria que tienes, mayor será su liquidez.
Las monedas más líquidas en Forex en este momento son:
El dólar estadounidense es extremadamente popular, lo que significa que tiene una gran demanda; su liquidez se ve confirmada por el diferencial Forex en los pares de divisas de los que forma parte.
El euro ocupa el segundo lugar en términos de volumen de negocios en el mercado de divisas, y si antes se utilizaba principalmente para pagos de bienes y servicios europeos, ahora el ámbito de aplicación se ha ampliado significativamente.
Yen japonés : se utiliza en casi toda la región oriental y en pagos de bienes producidos en Japón.
La libra esterlina es una de las monedas más utilizadas en los cálculos financieros y ha ganado popularidad debido a su tipo de cambio estable.
El franco suizo es quizás la moneda mundial más fiable y se utiliza para almacenar los ahorros de los ciudadanos y las reservas de oro y divisas de los bancos.
El dólar australiano se utiliza principalmente para pagos de oro y productos agrícolas producidos en Australia.
Al dólar canadiense también se le llama la moneda del petróleo, ya que Canadá ha sido durante muchos años el mayor exportador de oro negro.
Menos populares, pero aún con suficiente liquidez, son monedas como el dólar neozelandés, el dólar de Hong Kong, el yuan chino y el rublo ruso.
Pero para operar en Forex, es mejor elegir las monedas más populares y líquidas, ya que permiten utilizar cualquier estrategia Forex debido a su bajo diferencial. Otro punto positivo es que al elegir, por ejemplo, EURUSD, su orden siempre encontrará una contraria y el corredor no tendrá que actuar como segunda parte en la transacción, lo que reduce significativamente el riesgo de la negociación.